En la fotografía vemos una apisonadora antigua y oxidada abandonada, estacionado junto a un muro de piedra.
El vehículo presenta grandes superficies metálicas corroídas por el óxid y su estructura dañada por el paso del tiempo, con pintura desgastada y superficies deterioradas.
Editada con un estilo dramático y surrealista.
El uso del color selectivo (donde la hierba es intensamente verde mientras el resto de la imagen está en escala de grises) genera un fuerte contraste visual que capta la atención.
La textura está extremadamente marcada, lo que da una sensación casi táctil a las superficies oxidadas y a la piedra del muro.
Este estilo refuerza una atmósfera melancólica y nostálgica.
La imagen transmite un silencio, como si el lugar hubiera quedado atrapado en una cápsula del pasado.
Acerca de las apisonadoras
Las apisonadoras, también conocidas como compactadoras de rodillo, son máquinas utilizadas para compactar suelos, asfalto y otros materiales en la construcción.
Su origen se remonta a versiones tiradas por caballos, evolucionando hasta las modernas máquinas a diésel, eléctricas e incluso controladas a distancia.
Existen distintos tipos según su función: lisas, vibratorias y algunas pueden pesar más de 20 toneladas.
No solo aplanan por su peso, sino que muchas generan vibraciones para mejorar la compactación.
Aunque su poder suele exagerarse en películas, son lentas y requieren varias pasadas para lograr resultados. Además de carreteras, se usan en presas, vertederos y aeropuertos.
Autor: Wifredo Llimona
Id: L00082