La fotografía muestra un conjunto de hojas de ortiga verdes en primer plano.
Cada una perfila con nitidez sus bordes irregulares y finos pelos capturados por la luz suave de un día nublado.
La profundidad de campo es reducida: solo unas cuantas hojas centrales tienen un enfoque perfecto, lo que resalta su textura aterciopelada.
Al fondo, el desenfoque en tonos verde pálido crea un color que aporta serenidad y dirige la mirada hacia el centro de la imagen.
Sobre las ortigas
La ortiga es una planta silvestre que crece en muchos lugares, especialmente en zonas húmedas y sombrías.
Se reconoce fácilmente por sus hojas verdes con bordes dentados, y al tocarla, provoca una sensación de picor o escozor en la piel, parecida a una quemadura leve.
Aunque mucha gente la evita por eso, la ortiga es en realidad muy útil.
Se ha usado desde hace siglos en remedios caseros y también se puede comer, sobre todo, en sopas o infusiones. Una vez cocida, ya no pica.
Además, es una planta muy resistente y crece casi en cualquier parte.
Autor: Wifredo Llimona
Id: F00497