La fotografía presenta tres botellas de vino sin etiquetar, alineadas en primer plano y en diagonal.
Cada botella contiene un tipo diferente de vino: blanco, rosado y tinto.
Los colores de los vinos son intensos, resaltados por un fondo abstracto de tonos cálidos que combinan amarillos, naranjas y rojos. La luz crea un contraste entre definición y suavidad.
La ausencia de etiquetas invita al espectador a imaginar la historia detrás de cada botella.
Acerca de las botellas
Las botellas de vidrio son el envase más común y tradicional para el vino.
Se utilizan porque conservan muy bien la bebida, no alteran su sabor y además le dan un aspecto elegante y clásico.
Suelen tener una forma alargada, con un cuello estrecho y una base más ancha. Vienen en distintos colores, siendo el verde y el ámbar (un tono marrón oscuro) los más usados, ya que ayudan a proteger el vino de la luz.
También existen botellas transparentes, aunque se usan sobre todo para vinos que se consumen pronto, porque ofrecen menos protección.
La mayoría de las botellas tienen una capacidad de 750 mililitros, aunque hay tamaños más grandes que se usan en ocasiones especiales.
Dependiendo del tipo de vino, la forma de la botella puede cambiar ligeramente, pero en general todas cumplen con el mismo objetivo: conservar bien el vino y presentarlo de forma atractiva.
Autor: Wifredo Llimona
Id: F00106
